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La embrujada Mansión LaLaurie

Un edificio icónico de la ciudad de Nueva Orleans, en el estado de Louisiana, ganó la denominación de «La casa mas embrujada de EEUU». Se trata de la Mansión LaLaurie, un lugar que encierra una gran cantidad de leyendas y que por sus historias paranormales forma parte del programa American Horror Story.

El origen de las leyendas: Madame LaLaurie

La mujer conocida como «La cruel amante de la casa embrujada» , Marie Delphine MacCarthy Blanque LaLaurie nació en 1780 en Nueva Orleans, se volvió famosa por haber torturado y asesinado a gran numero de esclavos negros.

Delphine era miembro del clan Macarty, grande, rico y políticamente poderoso. Su familia incluía oficiales militares, plantadores y comerciantes y había llegado relativamente temprano durante el período de la colonización francesa. Muchos de sus parientes poseían y administraban extensos bienes raíces y esclavos.

Se casó tres veces a lo largo de los años. Su tercer y último matrimonio en 1825 fue el que causó la mayor controversia. Leonard Louis Nicolas LaLaurie era médico (aunque hoy podría haber sido considerado más un quiropráctico), mucho más joven que ella. Su encuentro no fue pura casualidad. Una de las hijas de Delphine de su segundo matrimonio tenía algunas deformidades a lo largo de su columna y posteriormente se enfermó. Louis LaLaurie fue contratado para curar a la joven, utilizando todo tipo de equipo médico que parecía bastante tortuoso. Por lo que se especula, ella lo odiaba y solo estaba con él por interés. En 1831 compró una propiedad en Royal Street 1140, la cual administró por su cuenta con muy poca participación de su esposo. Para 1832 había construido una mansión de tres pisos allí que incluía una dependencia para esclavos. Madame LaLaurie vivió allí con su esposo y dos de sus hijas y mantuvo una posición importante en los círculos sociales de Nueva Orleans.

Pero el matrimonio no fue feliz. Los vecinos escuchaban a la pareja discutir profusamente, y no les sorprendió cuando Louis LaLaurie hizo las maletas y se mudó en algún momento de los primeros meses de 1834. La pérdida de su marido habría vuelto loca a Delphine. Se difundieron rumores de que estaba abusando de sus esclavos, y un incidente en 1833 cuando una joven esclava, Leia, cayó y murió en el patio, hizo que todas las miradas se volvieran hacia Marie Delphine Macarty.

El Incendio de 1834

Los LaLaurie, como era la costumbre de las personas de clase social elevada en ese entonces, tenían varios esclavos negros que vivían en una dependencia especial en su mansión. Las historias sobre el trato de Delphine LaLaurie hacia sus esclavos entre 1831 y 1834 varían. Harriet Martineau, escribió en 1838, según historias que los residentes de Nueva Orleans le contaron durante su visita en 1836, que los esclavos de LaLaurie parecían estar «muy demacrados y desdichados»; sin embargo, en público LaLaurie se mostraba por lo general muy amable con la gente de raza negra y preocupada de la salud de sus esclavos. Sin embargo, Martineau reportó que los rumores públicos sobre el maltrato de LaLaurie hacia sus esclavos fueron suficientes para que un abogado local sea enviado a la mansión para hacer recuerdo a LaLaurie sobre las leyes relevantes al mantenimiento de esclavos. En su visita, el abogado no encontró ninguna evidencia de maltrato de esclavos por parte de LaLaurie.  Poco después de esta visita, uno de los vecinos de LaLaurie vio a uno de los esclavos de LaLaurie, una niña de doce años llamada Lia (o Leia), morir tras caer desde el tejado de la mansión en Royal Street mientras trataba de evitar ser castigada a latigazos por Delphine LaLaurie por un simple tirón de pelo mientras cepillaba el cabello de dicha mujer. Este incidente llevó a una investigación de los LaLaurie, la cual los encontró culpables de crueldad ilegal y los obligó a dejar ir a nueve esclavos. Los nueve esclavos fueron comprados de vuelta por los LaLaurie a través de la intermediación de uno de sus familiares, y traídos de vuelta a su residencia en Royal Street.

En la mañana del 10 de abril de 1834, se produjo un incendio en la lujosa casa propiedad de Delphine LaLaurie. Cuando la policía y los bomberos llegaron al lugar, encontraron a una mujer de setenta años, la cocinera, amarrada al horno por un tobillo. Más adelante declararía que ella misma había iniciado el incendio como un intento de suicidio por miedo a su castigo. El fuego no solo destruyó parte de la casa, sino que también sacó a la luz a siete esclavos que murieron de hambre, torturados y encadenados en la parte superior del edificio. Cuando el descubrimiento de la tortura de esclavos se hizo bien conocido, una turba de ciudadanos locales atacaron la residencia de LaLaurie y «demolieron y destruyeron todo lo que pudieron». Madame LaLaurie fue vilipendiada como un «monstruo», un «demonio en forma de mujer«. LaLaurie huyó de la ciudad a París, donde vivió el resto de su vida, su muerte es todo un misterio a día de hoy.

Mansión LaLaurie

La casa en la que vivía Delphine LaLaurie en Nueva Orleans cuando ocurrió el incendio de 1834 aún sigue en pie en Royal Street Nº 1140, en la esquina de Royal Street y la Calle Governor Nicholls (anteriormente conocida como Hospital Street). Con sus tres pisos, fue descrita en 1928 como «el edificio más alto en varias cuadras». Luego de que LaLaurie huyera de los Estados Unidos, la casa estuvo en ruinas hasta casi 1836. La reconstrucción fue luego adaptada como un edificio de apartamentos en alquiler y en 1894 un inquilino fue brutalmente asesinado en su vivienda. De acuerdo a varios testimonios cercanos a la víctima, el hombre había hablado de demonios en la casa. En el siglo XIX, fue como sede de una escuela primaria de niñas africanas. E inexplicablemente las alumnas experimentaban ataques de ira.

En décadas posteriores fue un conservatorio de música, una casa pública, un refugio de delincuentes juveniles, un bar, una tienda de muebles, un edificio de apartamentos de lujo y en la actualidad es un tour de fantasmas.

En abril de 2007, Nicolas Cage compró la mansión LaLaurie a través de Hancock Park Real Estate Company LLC por $3,45 millones. Esta operación fue parte de las inversiones desafortunadas que llevaron al actor al borde de la ruina. El 13 de noviembre de 2009, la propiedad, valuada en ese momento en $3.5 millones, fue subastada como resultado de una liquidación bancaria y comprada por Regions Financial Corporation por $2.3 millones.

Los fantasmas de la Mansión

Muchas de estas historias y exageraciones se remontan a libros escritos con comentarios mucho después de que estalló el incendio. Las historias más espantosas son las versiones contadas en La casa encantada de la Rue Royal de Jeanne Delavigne en 1946. Delavigne afirmó haber encontrado su información de «viejos relatos de periódicos, entrevistas y rumores del vecindario». Delavigne también declaró que cuando se vendió la casa, los trabajadores que se encargaron de reconstruirla, descubrieron numerosos esqueletos humanos debajo de la casa. Las autoridades concluyeron que los cuerpos eran los de los ex esclavos de LaLaurie, sus cuerpos enterrados para ocultar el hecho de que fueron asesinados dentro de la Mansión LaLaurie. ¿Son estos cuerpos los antiguos recipientes de los fantasmas que acechan hoy la mansión LaLaurie?

Durante casi 200 años, ha habido informes de actividad paranormal proveniente de esta casa. No debería sorprender a muchos que muchas de las apariciones se remontan a los esclavos que Madame LaLaurie tenía en la propiedad. Son comunes los informes de quejidos provenientes de la habitación donde se guardaban los esclavos. Los pasos fantasmales resuenan por la casa con regularidad. Muchas personas que se han parado cerca de la casa han informado que se sienten como si fueran dominadas por una energía negativa.

Aunque no todo el mundo cree en psíquicos o médiums, hubo un caso particular que se dio a conocer al equipo de Ghost City Tours en el que alguien en uno de los tours de fantasmas resultó ser un médium. Durante toda la noche, había sentido cosas sobre varios lugares antes de que el guía incluso contara la historia.

Algunos de los guías de los tours de fantasmas también han sufrido sucesos paranormales, desde tirones de bolsos sin que nadie estuviera presente a lámparas que parpadean hasta apagarse al decir el nombre de Leia. ¿Sigue allí el fantasma de Leia, todavía esperando que se hable de él…?

A pesar de los casi dos siglos que han pasado desde el incendio de 1834, los hechos de ese año todavía se cuentan hoy como si hubieran ocurrido apenas ayer. Se convierten en historias de brutalidad y tortura, hasta que la verdad es un charco confuso que nunca se puede clasificar. De hecho, cuanto más se investiga, más confusa se vuelve la historia y la casa se convierte en una entidad en sí misma…

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