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Unterweger el «Jack el destripador de Los Angeles»

Johann «Jack» Unterweger fue un asesino en serie austríaco, se calcula que mató entre 10-15 mujeres de diferentes países – Austria, Alemania Occidental, Checoslovaquia y Estados Unidos – y, después de su primera condena por homicidio, cobró notoriedad como escritor.

Su carrera criminal esta Ligada al Hotel Cecil, (del que ya hemos hablado con anterioridad en otros dos artículos), y de la cual hoy escribiremos en profundidad para conocer quién fue este asesino en serie.

Sus Inicios

La madre de Jack era una prostituta que siempre tuvo problemas con la ley, lo abandonó cuando era muy pequeño; lo dejó con su padre muy abusivo y alcohólico que nunca se hizo cargo de él. Al abuelo le gustaba golpearlo hasta que sangrara, también llevaba prostitutas a casa y obligaba al pequeño Jack a emborracharse con ella. Esta versión fue contradicha por su tía, quien afirmó que sus abuelos, aunque pobres, eran muy amorosos y cariñosos con el pequeño Unterweger. Por todo ello, la vida adolescente de Jack no fue nada fácil.

En sus primeros años de juventud fue enviado a prisión en varias oportunidades por pequeños crímenes especialmente por asalto a local de prostitutas. En 1974, Unterwerger cometería su primer asesinato, acabando con la vida de la alemana de 18 años Margaret Schäfer. Arrestado y juzgado, fue condenado a 25 años, incluidos los últimos 15 de libertad condicional, la pena máxima en Austria.

En la cárcel

Jack aprovechó el tiempo en la cárcel. Aprendió a leer y escribir bien, se transformó poco a poco en un escritor culto. Rápidamente comenzó a escribir libros infantiles, poemas y obras de teatro. En 1983 Jack escribió una autobiografía en la que le contó al mundo todo sobre su horrible infancia Fegefeuer – eine Reise ins Zuchthaus, el libro fue un rotundo éxito en ventas y posteriormente sería llevada al cine.

A causa de la popularidad de sus obras literarias, artistas e intelectuales de la extrema izquierda austriaca como la escritora Elfriede Jelinek (quién en 2004 ganaría el Premio Nobel) realizaron peticiones de perdón para Jack. Así fue como en 1990, después de 15 años de prisión, sería finalmente liberado. A partir de aquí, Unterweger sería invitado a muchos programas de televisión como símbolo de la rehabilitación de los reos. Apareció en las portadas de las revistas. Paso de la cárcel a vivir con muchos privilegios, le encantaba pasearse por los cafés vienes como signo de opulencia. Vestía con elegancia y siguió escribiendo en revistas. Todo era como un cuento de hadas, pero Jack necesitaba matar.

Nuevos asesinatos

Su primera víctima, después de su paso por la cárcel, fue encontrada en septiembre de 1990. Fue descubierta portando solo su anillo de bodas y calcetines. Había sido brutalmente agredida y abandonada en el bosque, cubierta de hojas. Pronto se encontraron nuevas víctimas. Jack mató a seis en el año 1990. La mayoría eran prostitutas.

Todas fueron asesinadas de la misma manera; asaltadas sexualmente, estranguladas con su propia ropa (generalmente un sostén), y abandonadas en el bosque. Lo curioso de todo es que Jack , en este tiempo, escribía artículos sobre crímenes reales para una revista.

En junio de 1991, Jack voló a Los Ángeles (contratado como periodista por una revista austríaca) para escribir un artículo sobre las diferencias en la forma en que se trataba a las prostitutas en los Estados Unidos frente a Austria. Unterweger conoció a un policía local de la ciudad norteamericana y lo acompañó durante las patrullas por Skid Row. Durante esa estancia, en la que residió en el Hotel Cecil, aprovechó para matar a 3 prostitutas estadounidenses, llamadas Shannon Exley, Irene Rodríguez y Sherri Ann Long. Un detective retirado se puso a investigar y supo que dos de las tres asesinadas habían sido vistas con Jack. Volvió a Austria, siguió con sus crímenes, pero el FBI andaba detrás de él.

Mientras Jack estaba en Estados Unidos, la policía austriaca lo estaba investigando; buscando en su propiedad encontraron una bufanda roja que combinaba perfectamente con las fibras encontradas en una de sus propias víctimas. 

En Austria, Unterweger fue señalado como posible sospechoso de los crímenes (incluso un amigo le puso en alerta de que estaba siendo buscado) y sin otros posibles culpables, la policía lo puso en vigilancia. Jurando nunca volver a la cárcel y suicidarse si lo hiciera, Jack y su amante de 18 años huyeron a Europa, Canadá y luego se colaron en los Estados Unidos. Fue finalmente arrestado por el FBI en 1992 en Miami. Aún como fugitivo, llamó a una televisión austríaca para convencerlos sobre su inocencia.

De nuevo a la cárcel, lo que supuso su fin

En febrero de 1992, tras ser detenido fue extraditado a Austria, donde sería juzgado por sus 11 asesinatos conocidos ( aunque se piensa que fueron algunos más): uno en la República Checa, 3 en los Estados Unidos y 7 en Austria. En el juicio, Jack fue declarado culpable y el 29 de junio de 1994, solo 4 años después de ser liberado por primera vez, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de redención y enviado de vuelta a prisión, donde cumplió rápidamente su promesa de no volver a la cárcel.

Esa misma noche, se suicidaría colgándose en su celda con una soga hecha por los cordones de sus zapatos y su cinturón, con un nudo similar al empleado para matar a sus víctimas. Por una objeción de la ley austriaca, Unterweger es considerado oficialmente inocente ya que murió antes de la sentencia de apelación.

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