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La verdadera historia de «Freddy Krueger»

“1, 2 Freddy viene por ti. 3, 4 cierra la puerta. 5, 6 toma el crucifijo. 7, 8 mantente despierto. 9, 10 nunca mas dormirás”, cantaban las niñas más tétricas del cine en la película de Wes Craven   A Nightmare on Elm Street.

Freddy Krueger, como todo buen fan del terror sabe, llegó al mundo en 1984 de la mano de Wes Craven. Krueger, un supervillano con la cara quemada y cuchillas por manos, se mete en los sueños de los adolescentes para matarlos y así vengarse de sus padres, que fueron quienes lo asesinaron a él. Lo más aterrador de esta cinta era que en realidad no había escapatoria, sus víctimas intentaban no dormir para evitarlo, pero eso los iba dejando cada vez más cansados y atrapados en la trampa. Morían mientras dormían, lo que además hacía que el resto del mundo pensara que estaban locos o deprimidos, y que el resto de las víctimas no pudieran pedir ayuda.

Al igual que otros icónicos personajes de terror, Freddy también está inspirado en una historia real y aquí te contamos al respecto.

La perturbadora historia real

A principios de los ’80, con el fin de la Guerra de Vietnam y la pérdida del poder de los Estados Unidos en algunas zonas asiáticas, muchos ciudadanos tuvieron que emigrar de sus paises. En este contexto, Craven leyó un artículo en Los Angeles Times que retrataba una historia relacionada con las consecuencias psicológicas que tuvieron algunos menores que escapaban de esa área del mundo y terminó shockeado.

El director respondió en una entrevista:

«Había leído un artículo en el L.A. Times sobre una familia que había huido de los campos de exterminio en Camboya y había logrado llegar a los Estados Unidos. Las cosas iban bien pero, de repente, el hijo había empezado a tener pesadillas muy perturbadoras. Les dijo a sus padres que tenía miedo de que si se quedaba dormido, la cosa que lo perseguía se lo llevaría. Así que intentó permanecer despierto varios días seguidos. Cuando finalmente se durmió, sus padres pensaron que la crisis había terminado. Luego escucharon gritos en medio de la noche. Cuando llegaron a la habitación de su hijo, ya estaba muerto. Había muerto en medio de una pesadilla. Así que hubo un joven que vio un horror que todos los adultos negaron. Esa se convirtió en la línea central de Pesadilla en Elm Street.«

Jamás se supo a ciencia cierta lo que el niño veía en sus pesadillas, pero Craven, notó que realmente era posible morir por miedo o shock.

Pero la historia de este niño no fue la única ya que un estudio mostró que unos 200 hombres tailandeses murieron entre 1982 y 1989 de manera similar. Principalmente eran individuos asiáticos, de sexo masculino principalmente, jóvenes y sanos, que murieron en sus sueños y cuyas autopsias no revelaron anomalía alguna en su organismo.

Tiempo más tarde, tras diversas investigaciones los médicos llamaron el fenómeno como “El síndrome de la muerte asiática”. Esta enfermedad en realidad era un síndrome de muerte súbita inesperada. La causa de estas muertes es que pudieron ser provocadas por arritmias ventriculares -cuyo origen se desconocía- que llevaban al paro cardíaco.

Freddy Krueger, por lo tanto, no se basa en un asesino que realmente existió, Craven supo traducir muy bien esta historia en un escenario perfecto para un demonio que sabía perfectamente bien que sus víctimas tienen que dormir, y que nadie cree a los niños.

La apariencia de Freddy

En cuanto a la apariencia de Freddy, sin embargo, Craven se inspiró en un vagabundo que lo había aterrorizado cuando tenía 11 años.

Craven recordó que cuando vivía en Cleveland, escuchó ruidos en la vereda. Se paró y vio desde la ventana de una de las habitaciones del segundo piso a un hombre que revolvía la basura. “Tenía un abrigo y una especie de sombrero fedora. De alguna manera sintió que alguien estaba mirando y me miró directamente a los ojos”. En palabras del director:

«Cuando miré por la ventana había un hombre muy parecido a Freddy caminando por la acera. Debe haber sentido que alguien lo miraba y se detuvo y me miró a la cara. Me dio un susto, así que me escondí. Esperé y esperé a que se fuera. Eventualmente pensé que se había ido, así que volví a la ventana. El tipo no sólo me miró de nuevo, sino que empujó su cabeza hacia adelante como si dijera: “Sí, todavía te estoy mirando”. El hombre se dirigió a la entrada de mi casa. Caminé por el apartamento hasta la puerta principal cuando él entró a nuestro edificio en la planta baja. Lo oí subir las escaleras. Mi hermano, que es diez años mayor que yo, tomó un bate de béisbol y salió al pasillo, pero se había ido»

En cuanto al maquillaje con las quemaduras en la cara fue inspirado en una pizza de pepperoni. “Estaba en un restaurante una noche, pedí una pizza y tuve un pensamiento profundo. Jugué un poco con el queso y el pepperoni y terminé haciendo la cara de Freddy en la porción de pizza”, contó David Miller, especialista en efectos de maquillaje, en el documental basado en el libro Never Sleep Again: The Elm Street Legacy.

Craven también explicó que la idea del guante con cuchillas del personaje estaba basado en el temor inconsciente que tienen los humanos a los depredadores. «Las cuchillas de Krueger representan las garras, dientes y cuernos de esos animales, en tanto que el color de su suéter surgió tras leer un artículo de la revista Scientific American en 1982, donde se señalaba que los colores que más chocaban a la retina humana eran el verde y el rojo”. Por lo demás, el propio apellido del personaje anticipaba parte de su personalidad, cuya esencia se manifiesta en el gobierno de los sueños, pues Krueger es un viejo apellido alemán que proviene del término germano “Kruger”, que significa “anfitrión”.

El personaje de Freddy Krueger, en total, apareció en 9 películas de la saga (incluyendo la insólita cinta “Freddy Krueger v/s Jason”, donde aparece junto con el asesino serial Jason Vorhees). Hoy, a más de 30 años de su debut en el cine, Freddy Krueger es recordado como un referente esencial del mejor cine de terror adolescente de los años 80′.

Su director murió en el año 2015. A él le damos las gracias por crear y darle vida al mas famoso demonio de los sueños que ejerce sobre nosotros ese miedo, esa inquietud y también esa fascinación que, a menudo, el maligno tiene sobre el ser humano…

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