,

El muñeco real que dio vida a «Chucky»

«Hola, soy Chucky y seré tu amigo hasta el final« o «Hola soy Chucky ¿Quieres juagar?« son algunas de las frases que han hecho historia y es que Chucky, el muñeco diabólico lleva casi 30 años generando temor en la audiencia que ha visto sus películas. Creado por Don Mancini, llegó a la pantalla grande en 1988 cuando se estrenó la película «Child’s Play» – mas famosamente conocida como «Chucky: el muñeco diabólico»– dirigida por David Kirschner .

La historia se centra en el asesino Charles Lee Ray, quien a través de un hechizo de vudú, poseyó y cobró vida a través de uno de los muñecos pelirrojos llamados “Niños buenos”. Con el fin de regresar a su alma a un cuerpo humano, Charles busca apoderarse del cuerpo de Andy, el niño al que le regalaron el muñeco y protagonista de las películas de Chucky, el muñeco diabólico.

Sabemos que esta trama es ficción, ¿pero sabías que la historia dicen que está inspirada en hechos reales?

El homólogo de Chucky en la vida real: Robert

Toda historia que se precie tiene un origen, y Chucky por supuesto no podía ser menos.

En entrevistas con Don Mancini, él ha confesado que en un principio la idea de crear a Chucky era con el fin de darle una lección a los que vieran la película sobre por qué no es bueno dejarse llevar por la publicidad y comprar cosas que realmente no utilizas; en este caso, el muñeco Chucky. Pero finalmente, su creación se convirtió en toda una serie de películas de terror y en un clásico del cine. Chucky logró tanta popularidad después del estreno de su primera película, que tiempo después se filmó su secuela y otras cintas.

Se dice que, el asesino que posee al muñeco, Charles Lee Ray, es un personaje ficticio cuyo nombre está compuesto por asesinos muy conocidos; Charles Manson, Lee Harvey Oswald y James Earl Ray.

Pero se cuenta que la verdadera historia de Chucky es una combinación de algunos sucesos aterradores conocidos en Estados Unidos; donde se cree que en realidad sí existió el muñeco. Este aterrador juguete pelirrojo está conectado con un muñeco real llamado Robert que perteneció al pintor Robert Eugene Otto y que actualmente vive en el Fort East Martello Museum en Key West, Florida.

En 1896, un niño llamado Robert Eugene Otto vivía con sus padres en Key West, Florida, pero su vida cambió cuando la señora de la servidumbre, en 1903, le obsequió un muñeco de tres pies de altura, vestido con un misterioso traje de marinero, relleno de paja, cosido con un alambre y que abrazaba un león de peluche. Como todo niño, Robert decidió llamarlo igual que él: Robert.

La mujer, que trabajaba en la servidumbre de la casa, era procedente de una isla de las Bahamas, en donde la magia negra y los practicantes del vudú eran comúnmente conocidos en esas comunidades caribeñas.

El muñeco aparentemente tenia aspecto inocente, pero se cuenta, que la mujer había hecho un ritual de magia vudú sobre él para vengarse de todos aquellos que la habían tratado mal. Robert enseguida se encariñó con su nuevo juguete, al grado de empezar a hablar con él como si fuera un humano. Pronto, cosas extrañas comenzaron a suceder en la casa: muebles que se movían, juguetes destrozados, el muñeco parecía parpadear, caminar por la casa, se reía…y Eugene siempre era encontrado temblando de miedo en un rincón cuando esto sucedía. Los vecinos aseguraban que el muñeco de Robert se asomaba por las ventanas.

Una noche, mientras la familia dormía, se escuchó un estruendo en la habitación de Eugene. Los padres, alarmados, corrieron hasta el cuarto y se encontraron una escena espantosa. Los grandes y pesados muebles estaban tirados en el suelo y el muñeco yacía en los pies de la cama del niño mirando a la puerta con una sonrisa macabra en su rostro.

– ¿Qué hiciste? -le preguntaron al niño.

– Yo no fui, fue Robert -respondió.

Aterrorizados los padres decidieron encerrar al amigo del niño en el ático, ya que no quisieron tirarlo. De esta forma esperaban que nada malo volviera sucediera.

Eugene finalmente creció, se fue de casa y dejó a Robert atrás, pero, al morir sus padres, heredó su vieja casa y volvió a encontrarse con su viejo amigo Robert. Se mudó con su esposa, y arreglando un día el ático para convertirlo en su propio taller, descubrió a su viejo amigo abandonado entre polvo y suciedad. Sin pensarlo dos veces lo rescató para hacerlo parte de la decoración de la casa. Todo se desató cuando la esposa de Robert comenzó a revelar que el muñeco se movía y sus facciones y expresión del rostro cambiaban con frecuencia. Algunos vecinos, por su parte, comentaban que habían visto a Robert desplazarse por la casa y los niños de las escuelas cercanas evitaban pasar frente a la casa de los Otto, pues afirmaban que Robert se agazapaba detrás de las ventanas del mirador mientras los espiaba. Eugene y su esposa, de hecho, dejaron de recibir visitas porque ya nadie quería visitarlos por temor a toparse con el escalofriante muñeco. Cansado de Robert y sus “travesuras”, Gene decidió devolver a su viejo amigo de la infancia al ático, aunque la gente que visitaba al matrimonio afirmaba que, a veces, se escuchaban pasos en los cuartos del piso de arriba e incluso algunas inexplicables risas que se escuchaban en ciertas partes de la residencia.

Cuando Robert murió en 1972, su esposa vendió la propiedad y otra familia se mudó a ésta. Fue una pequeña niña de 10 años quien descubrió al muñeco y rápidamente se volvió su mejor amiga, pero parecía que ella no le agradaba del todo a Robert, pues en múltiples ocasiones la niña confesó a sus padres que su nuevo juguete intentaba matarla por las noches.

El muñeco Robert, finalmente fue sacado de la casa de la familia Otto en 1994 y trasladado al Martello Gallery-Key West Art and Historical Museum, lugar donde se encuentra en la actualidad. Todavía abraza su león de peluche y viste su traje blanco de marinero, pero sigue dando que hablar. Algunos trabajadores del museo afirman que en el mes de octubre el muñeco se vuelve más “activo”, y por las noches se pueden oír golpeteos contra el vidrio de la recámara transparente donde se encuentra. Y no sólo eso, pues a veces el muñeco aparece levemente recargado sobre la vitrina de exhibición, como si se hubiera movido por sí mismo.

Lo más curioso es que se comenta que al fotografiarlo o grabarlo en video, las cámaras dejan de funcionar o bien las fotos aparecen borrosas o defectuosas. Los encargados del museo y la misma leyenda que rodea al muñeco Robert afirma que los visitantes deben pedirle permiso si quieren sacarle una foto, pues de lo contrario una posible maldición podría recaer sobre éstos. Se dice, de hecho, que la gran cantidad de cartas y fotografías que pueden verse pegadas en las paredes del cuarto donde se encuentra Robert son solicitudes de gente que lo fotografió sin permiso y que le ruegan que les levante la maldición que parece haber caído sobre ellos.

Así pues, se dice que Robert fue, de alguna manera, la fuente de inspiración de Chucky, ( aunque su creador niega cualquier vinculación). Este muñeco pelirrojo, de ojos azules, siniestra sonrisa y con las deportivas mas pequeñas del cine logró tanta popularidad que tras la primera película se filmó una secuela, en 1991 una tercera parte y otras cintas como La novia de Chucky (1998), El hijo de Chucky (2004), La maldición de Chucky (2013), El culto de Chucky (2017) y Chucky: el muñeco diabólico (2019).

Robert también tiene sus propias películas: En 2015 se estrenó la película de terror titulada Robert, levemente basada en la leyenda. En 2016 se estrenó la segunda parte, titulada The Curse of Robert the Doll. Su secuela, titulada The Toymaker, se estrenó en 2017. La tercera parte, titulada The Revenge of Robert the Doll, se estrenó en 2018.​ La cuarta parte, titulada Robert Reborn, fue estrenada en 2019. Y no solo eso, existen también otras películas que se inspiraron en la historia de Robert, como The Boy de 2016 y su precuela La Maldición de Brahms de 2020, las cuales son bastante recomendables.

Probablemente, vendrán otras películas sobre Robert, porque ni sus cuidadores ni los fanáticos de lo oculto desconocen que la terrible leyenda del marinero de paja es demasiado grande para su pequeña jaula de cristal.

Una respuesta a “El muñeco real que dio vida a «Chucky»”

Deja un comentario


Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar