Hemos hablado antes de uno de los hoteles más encantados que se conocen, el hotel Cecil. Eso no significa que haya otros hoteles que se disputen este título. De hecho también hemos hablado de otros como, como el Congress Hotel o el hotel Stanley, donde se basó la novela y película de Stephen King “El resplandor”. Sin embargo, muchos creen que el Hotel Crescent los supera a todos con diferencia.
Nominado como “el hotel más embrujado de Estados Unidos”, Situado en Eureka Springs, Arkansas, el hotel fue una vez conocido en 1886 por el nombre de Crescent Hotel and Spa. Sus historias de fantasmas son sobre aquellos que decidieron entrar en el Crescent Hotel, pero nunca salieron y realmente ponen los pelos de punta.
Historia
El Hotel Crescent fue construido en 1886 como un lugar de descanso para la gente rica y famosa. Se construyó en medio de una zona montañosa en las montañas de Ozark, en Arkansas. Los invitados podían disfrutar del lujo del hotel y al mismo tiempo de la naturaleza que les rodeaba. Al poco tiempo de su inauguración los dueños no lograron mantener su inversión y poco a poco se fue deteriorando.
En 1908 hubo cambios en el Hotel Crescent y solo se usaba como hotel durante el verano. Durante el resto del año se utilizó como centro universitario y conservatorio para mujeres. Se mantuvo como conservatorio hasta 1934 y era realmente un lugar increíble para alojarse. Tenía aire fresco de montaña, más de setenta habitación, un enorme salón de baile, cuatro casas de invitados de lujo y muchas más cosas.
En 1937, adquirió un nuevo propietario, Norman G. Baker, quien convirtió el lugar en un hospital y balneario. Baker, un inventor millonario y personalidad de la radio, se hacía llamar médico, a pesar de no haber tenido formación médica. Afirmó haber descubierto una serie de «curas» para diversas dolencias, incluido el cáncer, y lanzó frecuentes ataques contra la medicina organizada, a la que acusó de ser corrupta y con fines de lucro.
Después de haber sido expulsado de Iowa por ejercer la medicina sin licencia, Baker trasladó a sus pacientes con cáncer a Arkansas y anunció su nuevo centro de salud en Crescent. Su «cura» consistía en la “Fórmula 5″. Esta era un brebaje de alcohol, ácido carbólico, glicerol, semillas de sandía molidas, seda de maíz y hojas de trébol. El nuevo dueño administraba inyecciones de este líquido en las partes donde el paciente tuviera cáncer. Y, como no podía ser de otra manera, no hizo nada para ayudarlos. En 1940, se presentaron cargos federales contra Baker por fraude postal y pasó cuatro años en prisión. De esta manera, el hotel se quedó sin dueño hasta 1946. En la primavera de 1946, John R. Constantine, Herbert E. Shutter, Herbert Byfield y Dwight Nichols lo compraron. El 15 de marzo de 1967, sufrió un incendio que le causo importantes desperfectos, para aquella época solo quedaba vivo Dwight Nichols, quien pasó de hacerse cargo del inmueble.
En 1997, Marty y Elise Roenigk compraron la ubicación por 1,3 millones de dólares. Supervisaron una restauración y renovación durante seis años donde remodelaron el hotel por completo. Marty Roenigk murió en un accidente automovilístico en 2009; Elise Roenigk sigue siendo la actual propietaria.
Fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 2016.
Sus Fantasmas
Parece ser que tras el encarcelamiento de Baker y su muerte posterior, este dejo unos cuantos espíritus detrás de él, muchos creen que podrían ser sus pacientes.
Una de las mas macabras historias en relación con el hotel son los 400 frascos con restos misteriosos hallados en las inmediaciones del lugar. Parece ser que cuando Baker operó el hotel como su sórdido “spa de salud”, anunció a la prensa que poseía “muestras reales de cáncer” que estaban “conservadas en alcohol”. En aquellas apariciones con la prensa, fue fotografiado frente a una pared de frascos que, según él, contenían los tumores amputados de los pacientes. Cuando los nuevos propietarios se hicieron cargo del hotel, comentaron que esos especímenes fueron llevados a un vertedero cercano al hotel de la década de 1960 y enterrados. Muchos años después, ya en 2019, mientras realizaba trabajos de jardinería, la jardinera Susan Benson descubrió el vertedero de botellas. La policía y la agencia ambiental identificaron rápidamente que no se trataba de una escena del crimen. Arqueólogos citados detallaron que 20 de ellos contenían tejido, probablemente animal o humano, flotando en alcohol, y otras 100 botellas que se quedaron sin alcohol también podían contener el mismo material. Estos científicos tomaron muestras y las enviaron a la Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas y al laboratorio criminalista estatal para su análisis. Además estos frasco, los investigadores informaron que también hallaron herramientas quirúrgicas y otras muestras que podrían probar que Baker estaba llevando a cabo una cirugía sin licencia en pacientes en su “hospital”. Quizás la muerte prematura de algunos de sus pacientes sea la causa de lo que ocurre en el hotel.
Entre las muchas estancias del hotel hay unas cuantas que descantan por tener invitados especiales que con el paso del tiempo le han dado renombre al lugar.
- El comedor de cristal: Durante los muchos años que el Hotel Crescent estuvo en servicio, muchos coincidieron que había cosas que no podían explicar. No eran casos aislados fruto de personas que se asustaban fácilmente. Eran hechos que empezaron a llamar la atención de muchos parapsicólogos de la época y que originaron una gran cantidad de estudios en el hotel. Uno de los puntos más “encantados” del Hotel Crescent era el llamado comedor de cristal. Era donde más actividad paranormal había según muchos expertos. Para hacernos una idea, las mesas y sillas se movían solas volviendo locos a los trabajadores del hotel. En fiestas navideñas el árbol de navidad y los regalos que había debajo cambiaban de sitio constantemente. Por si fuera poco, hubo testigos que decían haber visto personas con vestimentas victorianas en el comedor de cristal. Solo se podían ver durante unos pocos segundos hasta que desaparecían de repente. Se dicen que la figura espectral que más se veía era el de un hombre sentado que esperaba a su amada. Algunos testigos incluso veían a gente bailar en la sala en mitad de la noche.
- El fantasma de la habitación 419: Parece que todos los hoteles supuestamente encantados tienen una habitación más “paranormal” que otras. En el caso del Hotel Crescent había una habitación más temida que otras y era la 419. En este caso se decía que en la habitación habitada el fantasma de una mujer llamada Teodora. Muchos de los que se alojaron en la habitación 419 se quejaron de que pasaban cosas muy raras, como por ejemplo objetos moviéndose sin motivo. Algo muy normal era volver a la habitación y encontrar todo patas arriba y revuelto. Sin embargo, la habitación no había sido abierta y seguía cerrada con llaves. Algunos testigos incluso pudieron ver a la mujer llamada Teodora rodando por los pasillos del hotel. Según decían, estaba desorientada y buscando la llave de su habitación, que era la 419. No está claro si Teodora era una paciente o una enfermera de Baker, pero parece que murió en su habitación mientras residía en el hotel.
- La habitación 218: Curiosamente el Hotel Crescent tiene otra habitación encantada que es la 218. Tanto la 419 como la 218 son las más solicitadas por los visitantes y turistas. En este caso parece ser que el fantasma que hay en la 218 es el de un trabajador irlandés que murió en la construcción del hotel. En el caso de este fantasma, le encanta cerrar las puertas de golpe y pegar golpes en las paredes. Según algunos testigos, también le encanta jugar con las luces y cambiar los canales de la televisión que hay en la habitación.
- Norman Baker: Curiosamente este curandero que trataba con pacientes con cáncer, murió al poco tiempo después de salir de prisión de cáncer (el Karma?…), y algunos piensan que su fantasma volvió al Hotel Crescent para habitar allí por siempre. Son varias personas quienes aseguran haber visto a Baker, al cual habían reconocido por antiguas fotografías, pululando por los pasillos del hotel.
- Un fantasmas muy famoso: Uno de los más prestigiosos fantasmas que rondan el lugar, es sin duda, el de Irene Castle, la cual fue una bailarina y actriz muy conocida, sobre todo el Broadway. Estaba casada con otro famoso bailarín llamado Vernon Castle y hay incluso películas sobre esta famosa pareja. Cuando Vernon murió, Irene se desplazó a Eureka Springs para estar con su hijo, muy cerca del Hotel Crescent. La celebridad solía ir al hotel para almorzar, asistir a fiestas e incluso se alojó más de una vez. Diez años más tarde Irene Castle murió y se dice que su fantasma ha seguido visitando el hotel. Uno de los casos más inexplicables ocurrió cuando una pareja denunció que alguien había entrado en su cuarto de baño. Su hija pequeña estaba dándose un baño y cuando salieron un momento escucharon a una mujer tener una conversación con su hija. Ambas hablaban de bailes, fiestas y eventos que habían ocurrido años atrás. La madre entró al baño pero solo estaba la hija. Cuando la preguntaron con quién hablaba, dijo que con una señora muy guapa. Le había dicho que hace mucho tiempo bailaba y había sido famosa. La niña recordaba que la había hablado del nombre “Castle”. Los encargados del hotel inspeccionaron la habitación y alrededores y no vieron nada fuera de lo normal.
- La chica de la niebla: Otra de las historias más famosas es la de “La chica de la niebla”. Según narraron, se la puede observar alrededor de las 22.3 a la luz de la luna lanzándose desde un balcón hacia el jardín. Su identidad sigue siendo un misterio, aunque muchos especulan que podría ser otra de las pacientes de Baker, o una de las estudiantes del pasado del edificio como universidad para mujeres.
La puerta a lo desconocido
Parece que el Hotel Crescent tiene de todo, y eso incluye una supuesta puerta dimensional. Esta nueva etapa del hotel llegó en 1997 cuando una pareja llamada Marty y Elise Roenigk lo compró. Debido a su reputación como hotel encantado, decidieron llamar a unos famosos médiums para saber que había de verdad en los rumores.
Los médiums contratados fueron los prestigiosos Ken Fugate y Carroll Heath, los cuales comenzaron sus investigaciones. Una de las cosas interesantes que descubrieron era que el hotel Crescent tenía un portal que llevaba al mundo de los muertos. Se encontraba directamente encima de la morgue del sótano, que se había utilizado cuando era un hospital.
Según dijeron los médiums, buena parte de las cosas extrañas que se podían ver en el hotel era precisamente por esta puerta al más allá. Curiosamente en la zona de la morgue es donde la mayoría de trabajadores del hotel dicen haber escuchado cosas que no pueden explicar. Una de las cosas que más escuchan son las ruedas de camillas por los pasillos, recordando ese tiempo cuando los que morían eran llevados a la morgue para su cremación.
No hace falta decir que toda esta actividad paranormal y la leyenda de que el Hotel Crescent está encantado, lo ha convertido en un gran negocio y lugar de reunión de numerosas asociaciones paranormales. Como era de esperar también ha sido la estrella en algunos programas de televisión dedicados al más allá: En 2007 apareció en el programa de televisión Ghost Hunters, donde el elenco afirmó haber visto lo que describieron como «una aparición de cuerpo completo» en su cámara termográfica, apareció en el programa de televisión Paranormal Witness en 2016 y fue cubierto por Ghost Adventures en 2019, en el episodio «Crescent Hotel» .
También se realizan tours paranormales por las estancias del hotel. Los tours suelen empezar a las doce de la noche y hay incluso espectáculos donde se mezcla la comedia y el terror. Suelen durar una hora y normalmente se hacen los viernes por la noche. Muchos hay dicho que en estos tours han visto cosas inexplicables.